Ay, Gélidum, tan frío que tu presencia sería capaz de helar hasta el más espontáneo. A primera vista te consideran solitario y distante. No muestras tus sentimientos con facilidad, ni falta que te hace. Prefieres alejarte a que hagan añicos tu gélida coraza. Aunque esto no significa que no guardes lo mejor de ti mismo para quienes realmente te demuestran que les importas.
Vale, ambos sabemos que no buscas destacar, pero no puedes evitarlo por tu impasible actitud y, aunque te juzgan, poco te importa. A la gente le pareces misterioso y eso pone el foco sobre ti. Eres fuerte, decidido y, a veces, ¿para qué vamos a negarlo?, puedes ser muy cruel. Se te da bien ocultar lo que piensas, porque ¿quién puede negar que revelar lo que se siente te vuelve débil?
Gélidum, el de corazón de duro cristal, solo accesible para unos pocos, por los que lucharás, aunque te partan en añicos. Trabajas bien solo, aunque también puedes desenvolverte bien en equipo y, pese a que no lo parezca, hay quienes te buscan por esa brisa gélida que consigue apaciguar a la más virulenta de las llamas.
Virtudes: independientes, decididos, fuerte determinación.
Defectos: Distantes, desconfiados y crueles.
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Verónica Monroy 