El arte de escribir · Escritura creativa · Trucos y consejos

Aprende a escribir microrrelatos

Si estás aquí, seguramente es porque te encantan los microrrelatos, te gusta escribirlos o te gustaría hacerlo. El microrrelato es uno de esos géneros narrativos (no confundir con géneros literarios) que cada vez se están volviendo más populares. ¿Por qué? Porque condensan la información en textos muy breves, se leen rápido y permiten a los escritores darse a conocer. Por lo tanto, son perfectos para la era digital y de la inmediatez.

No obstante, estas que, a priori, parecen todo ventajas en realidad representan un arma de doble filo para los autores. Sí, los microrrelatos son una forma excepcional de mostrar nuestro talento e incluso escribirlos llega a ser adictivo, ahora bien, no es fácil narrar una historia en pocas palabras y pueden dejar al descubierto nuestras carencias como escritores.

Un microcuento que no está bien escrito presentará varios problemas: no se entenderá bien, no será coherente, le faltará información, estará mal estructurado, resultará abrupto o, directamente, no causará ninguna emoción en el lector. De verdad, escribirlos es un arte y no por nada se les atragantan a muchas personas.

Pero ¡no te preocupes! Con los consejos que te voy a dar y mucha práctica, no solo vas a aprender a escribir microrrelatos, sino que, además, los vas a escribir bien. Acompáñame en este artículo, porque vamos a hablar de qué se considera microrrelato y qué no, típicos errores a la hora de escribirlos y te daré algunas recomendaciones basándome en mi experiencia.

También conocidos como microcuentos o microficciones, los microrrelatos son un genero narrativo que comparte características con los cuentos, pero su extensión es mucho más breve (próximamente escribiré una entrada sobre las diferencias entre microrrelatos, cuentos y relatos). Se define, aparte de por su brevedad, por mostrar un estilo sencillo (que no simplón), no extenderse en descripciones que no aporten a la historia y omitir escenas que no sean relevantes.

Además, estas narraciones requieren una mayor implicación de los lectores, pues al no extenderse en detalles, son ellos quienes deben cubrir los huecos de la trama y darle una interpretación para entenderlo en su conjunto. Por eso, suele decirse que los microrrelatos tienen que impactar, aunque esto no es del todo así. No importa tanto que impacten o no, la clave está en que despierten alguna emoción en el lector. Deben removerlo, crearle alguna inquietud, darle que pensar.

En cuanto a su extensión, habrás leído muchas versiones. Algunos dicen que mínimo 7 palabras, otros que 150 y, como máximo, 200; mientras que otros afirman que 250 o 300 como máximo, o hablan incluso hasta de páginas. La realidad es que, como microficción, el mínimo de palabras debería ser el de una oración con significado completo. ¿Te acuerdas del archiconocido microrrelato de El dinosaurio, de Augusto Monterroso?

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso

Sin embargo, no hay reglas fijas sobre la extensión de una microficción y hasta 500 palabras se considera como tal. Más allá de estas, ya estaríamos adentrándonos en el terreno del cuento y el relato.

Ahora que ya sabemos lo que es un microrrelato, es momento de hablar de los errores que solemos cometer cuando los escribimos.

Los microrrelatos son narraciones, no descripciones, ni diálogos, ni poesía, ni prosa poética. ¿Que pueden incluirlos? ¡Claro! Pero no deben quitarle protagonismo a la narración.

Aunque tengamos que ser breves, un microrrelato no deja de ser un cuento, por lo que debemos respetar su estructura: inicio, nudo y desenlace. Si no lo hacemos, es muy probable que nuestro texto sea incoherente y haga aguas.

En relación con lo anterior, la extensión es la que es y, por obvias razones, no podemos ni debemos pensar en un microrrelato como lo haríamos con una novela. Esto quiere decir que no vamos a poder desarrollar ni a los personajes ni el conflicto al que se presentan como lo haríamos con un relato más largo o una novela. Hay que ir al grano.

Todos tenemos nuestro propio estilo. Intentar escribir como lo hace otro autor al que se le da bien escribir microrrelatos hará que los tuyos no se perciban originales ni propios. ¡Ojo! Esto no significa que no puedas analizar su estilo para ver cómo trata los elementos del microcuento y que te sirva de guía a la hora de escribir los tuyos.

No estés pendiente del número de caracteres o palabras que escribas, a no ser que debas cumplir las normas de un concurso de microrrelatos en el que participes, como el de microrrelatos cadena ser. A la hora de practicar, ya habrá tiempo de ir reduciendo.

Como ya hemos explicado antes, en la mayoría de los casos, el lector es quien aporta la información que le falta al microrrelato y es quien le da sentido con su interpretación. Por lo tanto, ni todos entenderán tus textos ni a todos les hará sentir lo mismo, así que no esperes eso. De otro modo, es probable que caigas en la tentación de poner más información de la que debes.

Con frecuencia se piensa que el final de estos relatos debe impactar, aunque esto no tiene por qué ser así. El desenlace debe ser el que pida la historia y es mejor uno sencillo y cerrado a uno forzado.

A continuación, te voy a dar algunos consejos para escribir microrrelatos, basándome en mi experiencia. Esto quiere decir que te hablaré de lo que a mí me funciona, pero, ya se sabe, cada maestrillo tiene su librillo, y al final se trata de que pongas en práctica lo que a ti más te ayude.

¡Empezamos!

Terror, romántica, fantasía, ficción contemporánea… elige un tema o género y céntrate en él. Esto te ayudará no solo a trabajar tu estilo, sino que, además, fortalecerá tu marca de escritor.
Algunas temáticas como el terror se prestan más a los finales inesperados o chocantes, pero siéntete libre de decidirte con el que te sientas más cómodo.

Aprovecha los chispazos de inspiración. Si te viene una idea, escribe. No te preocupes al principio por la estructura. Escribe. Después ya quedará tiempo para recortar y restructurar. Puedes usar una libreta que tengas por ahí, las notas del móvil… en cuanto notes que ese pensamiento asoma a tu cabeza, ¡escribe!

Con el tiempo, esto no lo vas a necesitar, pero si vas a presentarte a un concurso, un certamen, etcétera, te ayudará a sentir seguridad a la hora de enviar tus micros. Haz una lista con los puntos que deben cumplir: título, inicio, nudo, desenlace, bien puntuado, sin faltas de ortografía, x palabras…

Ninguno es mejor que el otro, aunque el narrador en primera persona es, en mi opinión, el mejor si quieres enganchar rápido a los lectores en las redes sociales. Obviamente, con el narrador en tercera también se puede jugar mucho, pero, decidas el que decidas, asegúrate de no intercambiarlos durante el microrrelato.

Algunas redes como X, Bluesky o Threads tienen un límite de caracteres bastante reducido a la hora de hacer publicaciones. Aprovecha eso en tu favor y practica escribiendo microrrelatos que no superen la extensión de cuatro o cinco post en el mismo hilo. Lo ideal es que termines siendo capaz de escribir microrrelatos en uno o dos comentarios, pero si estructuras bien el relato y es coherente, con unos pocos más también funciona muy bien. Además, es una forma estupenda para darte a conocer.

Al hilo de lo anterior, cuando escribas micros, revísalos. Comas en su sitio, tildes bien puestas, erratas solucionadas, palabras repetitivas cambiadas. Con ello, también te aseguras de que la historia sea coherente y todo esté bien cohesionado.

Otra buena manera de practicar es que te hagas una lista de conceptos para escribir durante un número determinado de días. Por ejemplo, en mi grupo LITERART de Facebook tenemos el reto LiterartOber, que consiste en escribir un microrrelato cada día de octubre, basado en un concepto de una lista que proporcionamos.
Esto lo puedes hacer también para ti. Haces una lista con conceptos aleatorios y te propones un tiempo. Por ejemplo, 10 conceptos y 10 días. Así no solo practicarás, también irás reuniendo material que podrás publicar o enviar a concursos (si no lo has hecho público).

Cuando escribas microrrelatos, sobre todo, si lo haces por redes sociales, de vez en cuando aparecerá alguien para criticarte. En este punto, valora si son críticas constructivas o destructivas. Las primeras tómalas, valóralas y, si crees que te pueden servir o tienen razón, aplícalas. De las segundas pasa, olímpicamente. Un «pues a mí no me ha dado miedo» o un «qué malo/feo/basura» no te aporta nada, así que ni caso. También te aconsejo no darle mucha importancia a quienes quieran darte lecciones cuando ven que tienes bastantes comentarios, «me gustas» o reconocimiento, en general. Hay gente que intenta «engancharse» al éxito de otros o «bloquearlo». Así que no olvides para qué y quienes escribes.

Leer microrrelatos te ayudará a interiorizar su estructura y a acostumbrarte a su extensión. Además, de este modo verás cómo otros autores resuelven las elipsis (omisión de información), los finales…

El último consejo y el que te sonará de Perogrullo es : practica. No hay otra manera y no se puede pretender escribir buenos microrrelatos sin experiencia. Y ya, ya, ya nos sabemos todos la importancia del talento, pero también debemos interiorizar la del ser humildes y entender que, aunque seamos o nos consideremos talentosos, siempre tendremos mucho que aprender y que solo practicando podremos perfeccionar nuestras habilidades.

Dicho todo esto, ¡espero que este artículo te haya gustado, pero, sobre todo, que te haya sido de utilidad! Si es así, te agradeceré muchísimo que lo compartas en tus redes para ayudar a más escritores y que le des bien de amorcito con un like o comentándolo.

Ahora te toca a ti decirme si te gustan los microrrelatos, los escribes, crees que hacerlo es más fácil de lo que parece o no los escribes pero te encanta leerlos.

Y hablando de leer, ¡nos leemos!


Procesando…
¡Lo lograste! Ya estás en la lista.

Descubre más desde Verónica Monroy

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

2 respuestas a “Aprende a escribir microrrelatos

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.